Las reglas del Golf  se fijaron por escrito en 1744, por los Caballeros Golfistas de Leith, debido a que las autoridades de Edimburgo donaron un palo de plata como trofeo y se hizo necesario llegar a un acuerdo sobre el modo de jugar al golf.  A partir de ese momento los clubes de golf tomaron las reglas de Leith como referencia.

En 1897 el Royal & Ancient Club de St. Andrews elaboró una serie de normas comunes a todos los clubes, excepto los de Estados Unidos y México que los regulaba la USGA, desde su creación en 1894. 

En 1951, la USGA y el R&A, acuerdan editar reglas comunes. Desde entonces, cada 4 años acuerdan las modificaciones que se aplican a las reglas.
Aunque el golf es un juego autorregulado, los árbitros están para que se cumplan las reglas y para disipar las dudas que vayan surgiendo durante el recorrido.
La filosofía del golf es el juego contra uno mismo y superar al campo con total respeto a la flora y fauna, por lo que al final las trampas siempre son un autoengaño y ahí están los árbitros para reglar y ayudar a los jugadores durante todo el recorrido.

Cursos, exámenes, asistencia técnica a la dirección de torneos y pruebas, espacios dedicados a las reglas en las concentraciones juveniles y un largo etcétera hacen del Comité Técnico de Árbitros y Reglas uno de los puntales de la Real Federación de Golf de Madrid.